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Mostrando entradas de abril, 2014

Volverán las oscuras golondrinas

Volverán las oscuras golondrinas  en tu balcón sus nidos a colgar,  y otra vez con el ala a sus cristales,  jugando llamarán; pero aquellas que el vuelo refrenaban  tu hermosura y mi dicha al contemplar;  aquellas que aprendieron nuestros nombres,  esas... ¡no volverán! Volverán las tupidas madreselvas  de tu jardín las tapias a escalar,  y otra vez a la tarde, aun mas hermosas,  sus flores abrirán; pero aquellas cuajadas de rocío,  cuyas gotas mirábamos temblar  y caer, como lágrimas del día...  esas... ¡no volverán! Volverán del amor en tus oídos  las palabras ardientes a sonar;   tu corazón, de su profundo sueño  tal vez despertará; pero mudo y absorto y de rodillas  como se adora a Dios ante su altar,  como yo te he querido... desengáñate,  ¡así no te querrán!  Gustavo Adolfo Bécquer

Oslo, 31 de agosto

Imagen
Joachim Trier es noruego y su nombre va camino de los grandes logros. Sí, parece que hay algún parentesco entre Lars y él, pero eso a mí me importa poco. Esta es una cinta incómoda, difícil y árida. Pero sobre todo es irresistible . Las pequeñas cosas de la vida toman el protagonismo en una obra que habla de eso, de la vida. ¿O era de la muerte? Puede parecer pesimista y fría pero, ¡ay!, esto es un canto a lo vivo, a los que viven de verdad . ¿Alguna vez te has sentido ajeno a la vida? Hermosa y profunda como pocas películas, me cuesta creer que no le haya acompañado algo más de repercusión internacional. Los actores están bien, la fotografía es soberbia y el guión es verdaderamente especial pero la dirección es la que une todas las piezas, la que redondea este gran ejercicio cinematográfico. Vedla, nada más tengo que añadir...

Amor constante más allá de la muerte

Cerrar podrá mis ojos la postrera sombra, que me llevare el blanco día, y podrá desatar esta alma mía hora, a su afán ansioso lisonjera; mas no de esotra parte en la ribera dejará la memoria en donde ardía; nadar sabe mi llama la agua fría, y perder el respeto a ley severa; Alma a quien todo un Dios prisión ha sido, venas que humor a tanto fuego han dado, médulas que han gloriosamente ardido, su cuerpo dejarán, no su cuidado; serán ceniza, mas tendrán sentido. Polvo serán, mas polvo enamorado. Francisco de Quevedo

En el adiós de Gabo

El deber revolucionario de un escritor es escribir bien. Gabriel García Márquez Genio, fallecido ayer .

Manipuladores, mentirosos, vendidos...

No sé por qué extraño motivo me apetece escribir otra vez sobre este tema, contarlo es radicalmente estéril. Partamos de que una buena parte de la sociedad no sabe cual es la verdad (si es que alguno lo sabemos, claro). A esos hay que mentirles para que puedan votar a la derecha . Con verdades nunca se inclinarían hacia ese lado. Ahí entran los medios de comunicación a sueldo de ese dinero negro que tan bien recauda el PP. Es el bucle perfecto, el propio dinero público sirve para perpetuar a esos mafiosos en el poder. Crean adeptos que se hacen fanáticos (a modo de los religiosos) desde el profundo desconocimiento . Y esto es así independientemente de la clase o grado de formación del interesado. Se puede ser un gran médico y no tener ni la más remota idea de economía o de política. Estos voceros han conseguido blindar a la Iglesia, a la Constitución y a cientos de estamentos. Ese es su legado, ese y todas las generaciones que nos costará tener una población informada . El capita

Víctimas

Si eres alguien interesado, como yo, en la idea clásica de la odisea, siempre quieres estar fuera. Estar fuera para poder ver con perspectiva. La idea del poder del capitalismo ha estado siempre en mis canciones. Salvando todas las distancias, como la gente de Corea del Norte que, debido a todo el adoctrinamiento, no puede ver que vive en una burbuja enferma, nosotros tampoco podemos ver que vivimos en otra burbuja. Somos víctimas igual que los norcoreanos, solo que víctimas de algo muy diferente. Damon Albarn En una interesante entrevista hoy en El País.

Naciones

Las grandes naciones han actuado siempre como gánsteres, y las pequeñas, como prostitutas. Stanley Kubrick

Golpe maestro