Siete años y sigo dejando pasar la vida, sigo teniendo esta trinchera para plasmar sueños, ideas y atracciones. Cambio de cara para ser mejor, para gustarme más. Siete, ese número tan cinéfilo, son los años de este proyecto que nació muy político, y aunque lo sigue siendo, ahora es quizá más cultural. Me falta tiempo, y a veces ganas, pero aquí seguimos. Este año el blog sufrió un parón por problemas técnicos y tenía ganas de volver, gran señal. Los parámetros del mundo han cambiado muy rápido, crisis económicas y de valores e ideas se han sucedido. Algunos resistimos sin caer en la hipocresía y el miedo, pero somos pocos. Probablemente lo más grande es disfrutar el proceso mientras se persigue el objetivo, en eso me encuentro ahora. Venid conmigo. ¡El futuro está aquí y es nuestro!