El francotirador

Una serie cómica con la que de verdad me he reído. Y no es tan frecuente. Jason Sudeikis entrega un papel impresionante, el de un tipo sencillo, bueno, simpático y cuya idea se impone. La serie sobre este entrenador de fútbol no va de fútbol, va de que en la vida se gana y sobre todo se pierde. Y va de cómo afrontamos las cosas, que es lo que lo cambia todo. Menos ligera pues de lo que parece y más interesante de lo que yo intuía. Reconfortante.  

En este blog se ama a Vinterberg. Y aquí vuelve a ser maravilloso, además. De nuevo una película compleja, llena de matices, con un ritmo impresionante, con interpretaciones inolvidables y, obviamente, dirigida con ingenio. El alcohol es el hilo conductor de una trama que habla sobre crisis existenciales y aquello tan viejo de sentirse vivo. Humor, drama y trascendencia. Vinterberg, en definitiva. Mads Mikkelsen, Thomas Bo Larsen, Magnus Millang y Lars Ranthe están sublimes , como casi siempre.  Supongo que en unas horas recibirá el Oscar, y así debe ser, aunque tenga rivales enormes. Una de las cintas del año. Disfrutemos la vida, eso es todo.

 

 

Kaley Cuoco es suficiente reclamo, pero lo cierto es que esta producción se le queda pequeña. Una comedia negra ligera y poco ambiciosa. Correcta para pasar el rato, pero poco más. Bien dirigida, con actuaciones irregulares y con un guion demasiado sencillo. Lo cierto es que se hace adictiva, el mal común de las series de este momento, pero ojalá pasaran más cosas... Entretenida.

 

Una de las series del año, sin lugar a dudas... Un atentado, lo que provoca, lo que ocurre alrededor...  Con una estructura que deja el atentado en el centro de la historia y del metraje, cuenta muchas cosas y lo hace con sensibilidad y criterio. Impresionante reparto coral. Magistral dirección a cargo de Milad Alami, Iram Haq y Jeanette Nordahl y poderoso guion. Habla de inmigración, de segundas oportunidades, de amor, de profesionalidad y de todo lo importante. Y sobre todo de un trauma, del después... Ay, de vivir. Para levantarse y aplaudir.

 La luna era ese párpado cerrado que flotaba en el circo de la nada y el niño retenía la mirada su hipnótico vagar de astro cegado. La noche es un jardín narcotizado con esencias de alquimia y sombra helada y tu infancia una estrella disecada en el taller de niebla del pasado. La luna vive ahora en los relojes que lanzan sus saetas venenosas sobre la esfera blanca de este sueño. De este sueño sin fin del que recoges la ceniza dorada de esas cosas de las cuales un día fuiste dueño. Felipe Benítez Reyes