El francotirador

Una gran parte de las estrellas del cine chileno han participado en esta serie con vocación internacional. Y habla de Chile, pero del mundo. Y habla de un caso policial, pero de igualdad. El guión, caótico y abigarrado, desluce un producto que podría ser notable.  El reparto es impresionante. La dirección, apresurada, para desgracia del trabajo actoral. Podría haber sido eterna, pero se queda a medias. Feminismo sí, siempre. Pero mejor contado me gusta más.

Entiendo que lo que se busca con este tipo de producciones es que sean adictivas. Aquí se consigue, pero una vez resuelto el enigma no queda nada en el recuerdo... Buena música, buena fotografía y buen reparto, al menos en lo que se refiere a protagonistas. Del resto ya poco bueno puedo decir... Bárbara Lennie no logra salvar esta serie, lastrada por una exuberante inverosimilitud y una resolución apresurada. Pese a todo, es una alegría ver material bien facturado. Solo faltan mejores guiones.

Una de esas series hechas para públicos amplios y con más folletín que estructura, ¿para qué la veo? Pues supongo que para mantener cierto contacto con estos productos. Guión débil, dirección descuidada y reparto muy irregular. Larga, insulsa y olvidable, si es que se me permite la expresión. Policías, desaparecidos y tensión sexual no resuelta. Qué hastío. Prescindible.

 

Madre mía, doce años... Varias veces he dicho en el cumpleaños del blog que no tenía tiempo, pero este es el año que menos he tenido con mucha diferencia... Este ha sido siempre un blog para mí, sin apenas lectores, y eso ahora parece quitarle sentido. Veremos qué le (nos) depara el futuro. Mis propósitos del año que acaba se han aparcado en todos los ámbitos, también en lo referente a este blog. No sé lo que vendrá, pero procuraré recuperar ilusión por él, que en ocasiones flaquea. Lo que es seguro es que seguiré en la dirección difícil, nunca quise ser uno más. Solo debo tener claro cómo este blog puede contribuir a ello. Y bueno, con más dudas que certezas, pero adelante. Cambio la presentación , lo demás llegará... ¡Progreso!

Anya Taylor-Joy es maravillosa y va a ser eterna, a lo cual esta serie ayudará algo, pero no logra salvar esta producción. Y eso que ella hace lo que puede. Hay estética y hay una dirección notable, pero no hay enjundia. Técnicamente es magistral, y eso también habla de lo ambicioso del proyecto. Todas sus carencias vienen por la parte de una historia plana, forzada y tibia. El ajedrez, las adicciones y el amor... Pero poco de todo. Se olvida rápido.

Esperaba menos folletín, pero lo cierto es que esta producción televisiva es bastante efectiva. La crueldad de la esclavitud requiere toda la dureza de imágenes y guión. La idea es, quizá, mejor que el resultado, pero sí que se transmite buena parte del sufrimiento y  de esa historia ocultada de los negros en Canadá y E.E.U.U. Reparto mejorable y ambientación descuidada. Esta historia requiere muchas obras.  

Leonor Watling y Hugo Silva elevan una producción destinada al consumo rápido y la risa. Sin más aspiraciones. Y te ríes, pero la olvidas al minuto... Aplaudo la intención de comedia ligera, pero a mí me gustan otras cosas... Buen ritmo, dirección correcta y lo dicho, reparto convincente. Se puede ver...  

La directora Kelly Reichardt  entrega aquí una de las grandes películas del año. O quizá directamente la mejor (a falta de ver unas cuantas, claro). John Magaro y Orion Lee interpretan a dos buscavidas en el Oeste, así que podríamos estar hablando de un western. Pero de uno muy diferente. La vaca, la cocina, la amistad y un entorno hostil se ponen al servicio de una historia que va sobre capitalismo y economía de mercado. O eso entiendo yo. Y me parece sublime. Un guión asombroso y una puesta en escena austera, unidos a esa dirección meticulosa, hacen que la cinta se eleve. Una pequeña obra maestra. No sé si los grandes premios se acordarán de ella, pero merece mucho reconocimiento. Impresionante.