Conociendo la lucidez y el acierto de Sorrentino , esta propuesta era de lo más apetecible. Y claro, es una serie magnífica, de lo mejor que se ha hecho en ese formato . La estética es también ética en las obras del italiano, y aquí vuelve a ser así. Una fotografía espectacular y un guión maravilloso redondean el conjunto. Las actuaciones son soberbias, desde Jude Law a todos esos secundarios tan interesantes. Humor ácido y un derroche de inteligencia en los diálogos son los otros ingredientes del menú, los que lo cambian todo. La serie va de fe y de poder , sí, pero también de personas que no encuentran su sitio , de la debilidad del ser humano, de las dudas existenciales... No sé si da para abrazar la fe, pero le falta poco...