El francotirador

Una revolución. Luego una guerra. En aquellos dos años que eran la quinta parte de toda mi vida, ya había experimentado sensaciones distintas. Imaginé más tarde lo que es la lucha en calidad de hombre. Pero como tal niño, la guerra, para mí, era tan sólo: suspensión de las clases escolares, Isabelita en bragas en el sótano, cementerios de coches, pisos abandonados, hambre indefinible, sangre descubierta en la tierra o las losas de la calle, un terror que duraba lo que el frágil rumor de los cristales después de la explosión, y el casi incomprensible dolor de los adultos, sus lágrimas, su miedo, su ira sofocada, que, por algún resquicio, entraban en mi alma para desvanecerse luego, pronto, ante uno de los muchos prodigios cotidianos: el hallazgo de una bala aún caliente, el incendio de un edificio próximo, los restos de un saqueo papeles y retratos en medio de la calle… Todo pasó, todo es borroso ahora, todo menos eso que apenas percibía en aquel tiem

Una serie verdaderamente curiosa. A veces para bien, a veces para mal . La escatología, la vergüenza ajena y las relaciones tóxicas en una ficción con imágenes difíciles de olvidar. Julia Davies está soberbia, sorprendente. El guión es osado como pocos, aunque peca de ser desagradable solo por serlo . No la recomiendo, pero es hipnótica.

Parece que todo el mundo se ha puesto de acuerdo en alabar "Chernobyl". Y esta vez, y sin que sirva de precedente, yo también voy a hacerlo. La miniserie busca la realidad. Y lo hace con crudeza y verosimilitud. Y lo consigue, claro. La puesta en escena es sublime, los diálogos son atronadores y el reparto está inmenso . Parece una ficción sobre el desastre, pero es un tratado sobre un sistema decrépito. O quizá sobre todos los sistemas . No obviaré que veo demasiada propaganda política, pero todo el mundo tiene un punto de vista. ¿Y si la correcta forma de verlo fuera la contraria? O, ¿en este otro lado hubiera sido diferente? Las mentiras del Estado dan para grandes producciones audiovisuales, aquí tenemos otra. Imprescindible .

Estamos ante una película sumamente original y certera a la vez, una rareza que convence. Cristina Gallego y Ciro Guerra hablan del comienzo del narcotráfico, pero también utilizan mitos clásicos y simbología indígena. Va de drogas, ambición y poder. Pero va de honor , de familia y de paz y de guerra. La fotografía impresiona, como también algunas actuaciones . Pero todo lo redondea guión y dirección. Imprescindible.

La producción está muy cuidada. pero se olvidaron del guión . Hasta aquí mi reseña. Y me duele. Me gustaba la idea y le veía mimbres. Y no. El reparto, del que destacaría a Manuela Vellés , es solvente. La ambientación es excelente, dentro de mucho interior, claro. Y hay un misterio. El resto no funciona. Nunca. Sigan intentándolo.

No esperaba mucho y me gustó. Así podría definir esta serie. Dos niñas secuestradas, aparece una, llegan policías, paisajes del pirineo oscense, un montón de posibles culpables... La ambientación es magnífica, el guión no está nada mal y el reparto es mejorable . La historia te mantiene atento . Y justo ahí es donde fallan otras series con crimen incluido. Parece que habrá segunda temporada. Eso ya me da miedo. Me gusta que haya un personaje consejero imaginario, me gusta que siembre dudas y me gusta que cierre el círculo con éxito. Y esos paisajes, claro...