El francotirador

La serie de Leticia Dolera ha obtenido premios y buenas críticas antes incluso de su estreno. Eso es una evidente arma de doble filo. Me agota un poco el tema de mujeres treintañeras y su crisis. Por muy actual que sea. Por muy reivindicativa que sea. Observo frescura en buena parte del guión, especialmente en lo que respecta a la discapacidad. En el resto, demasiados lugares comunes. El reparto está bien, muy bien.   Enric Auquer por encima de todos los demás. El guión es más ligero de lo esperado, la dirección más conservadora y las historias, menos transgresoras. Pero se ve bien, tiene sus momentos...

Menuda sorpresa. Las series destinadas a públicos generalistas en España son una ruleta rusa. Pero aquí tampoco había bala. Una ficción local y a la vez mundial, que trata lo íntimo y lo político, lo humano y lo delictivo. Muy bien escrita y correctamente dirigida. Salva Reina entrega el papel de su vida. El resto, aunque muy desigual, cumple. La riqueza conlleva mucha miseria y la delincuencia, a veces, mucha honradez, de eso va todo esto. Qué bien lo cuentan aquí. Hay cosas mejorables, pero me ha gustado mucho.

Ver esta serie es casi un experimento. Es un culebrón, de los cuales huyo, pero a la vez trata de ser una reflexión madura sobre parejas y sexo. Y no sale bien. Confieso que aporta morbo al principio y apetece seguir. Mas todo se diluye en lugares comunes. Guión irregular, actuaciones bastante mejorables y dirección atinada. Quizá ese buen ritmo es lo mejor de todo. Una ocasión perdida.

Cuanto menos se lee, más daño hace lo que se lee. Miguel de Unamuno

Me gusta mucho el planteamiento. La asimilación de viajeros temporales e inmigrantes presenta múltiples parámetros éticos y sociales . Y eso es lo mejor, por su interés, y lo peor, porque no se centra en ello lo suficiente. Todo es desigual , desde reparto hasta guión y dirección, pero lo cierto es que he disfrutado de esta primera temporada. La xenofobia de todos y cada uno de nosotros se expone para que podamos luchar contra ella, por eso esta ficción ya sobresale. Vedla .

Cuando tanto se sufre sin sueño y por la sangre se escucha que transita solamente la rabia, que en los tuétanos tiembla despabilado el odio y en las médulas arde continua la venganza, las palabras entonces no sirven: son palabras. Balas. Balas. Manifiestos, artículos, comentarios, discursos, humaredas perdidas, neblinas estampadas. ¡qué dolor de papeles que ha de barrer el viento, qué tristeza de tinta que ha de borrar el agua! Balas. Balas. Ahora sufro lo pobre, lo mezquino, lo triste, lo desgraciado y muerto que tiene una garganta cuando desde el abismo de su idioma quisiera gritar lo que no puede por imposible, y calla. Balas. Balas. Siento esta noche heridas de muerte las palabras. Rafael Alberti