El poder de Gehry
Confesaré que no soy un gran entendido en arquitectura, pero he tenido la posibilidad de visitar el edificio que Frank O. Gehry diseñó para Marqués de Riscal en la localidad alavesa de Elciego, y me prece majestuoso.
Hay que tener en cuenta que el edificio en sí no es la bodega (como sí ocurre en otras de la zona, también de grandes arquitectos), es un hotel con sus restaurantes.
No exento de polémica por su transgresión con respecto a la arquitectura tradicional del entorno, el proyecto llegó a los 70 millones de euros, que, imagino, recuperarán con sus precios. Se dice que un vino del año de su nacimiento y degollado en su honor acabó de convencerle para llevar a cabo este maravilloso empeño.
Gehry ya cambió Bilbao, y aunque la Rioja alavesa tiene atractivos para hartarse, también ha conseguido crear el denominado "efecto Gehry" aumentando el número de visitantes de la bodega y de la zona. Estos fenómenos siempre tienen detractores, pero no seré yo el que censure la arquitectura del canadiense-estadounidense ni el que defienda a ultranza la tradición. La vanguardia debe estar presente en las zonas activas, y Rioja alavesa lo es y en buen grado.
Las curvas del titanio y sus reflejos de la luz en las diferentes tonalidades hacen del edificio una exquisitez para el que lo admira. En lo que pude ver de su interior (resturante Bistro 1860 y biblioteca-lounge), las líneas curvas y la comodidad de las estancias predominan.
Estos edificios trascienden lo meramente arquitectónico y pasan a ser un emblema, creo que nunca van mal.
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