Corruptos
La actualidad sigue mostrándonos la cara más penosa de la política, la corrupción. Los trajes de Camps son únicamente la punta del iceberg, tras ellos hay todo un mundo de ladrones y corruptos.
Por desgracia, es muy habitual que personas con un egoísmo desmedido utilicen las instituciones para lograr el beneficio propio, lo peor es que muchas de ellas nunca pagan por ello, ni siquiera en las urnas.
La presidenta de la Comunidad de Madrid no tuvo bastante con conseguir que una estación del AVE se construyera en sus tierras (de la familia de su marido, concretamente), sino que continúa extendiendo su larga lista de faltas de respeto a la ciudadanía. Estos días ha vuelto a demostrar su verdadera cara con el asunto del espionaje y la comisión que lo investigaba. El hecho de que gane elecciones es para mí todo un enigma.
Y más, muchos más. El tema de Carlos Fabra daría para escribir cientos de entradas como ésta, un delincuente que se vanagloria de serlo y se jacta de defender el franquismo nunca será un buen gestor del dinero público.
El último caso ha sido el de la alcaldesa de La Muela, pero esto no acabará. Lamentablemente, la política suele ser acomodo de un gran número de malas personas.
Lo más doloroso es que consiguen afear el buen trabajo de muchos otros.
Por desgracia, es muy habitual que personas con un egoísmo desmedido utilicen las instituciones para lograr el beneficio propio, lo peor es que muchas de ellas nunca pagan por ello, ni siquiera en las urnas.
La presidenta de la Comunidad de Madrid no tuvo bastante con conseguir que una estación del AVE se construyera en sus tierras (de la familia de su marido, concretamente), sino que continúa extendiendo su larga lista de faltas de respeto a la ciudadanía. Estos días ha vuelto a demostrar su verdadera cara con el asunto del espionaje y la comisión que lo investigaba. El hecho de que gane elecciones es para mí todo un enigma.
Y más, muchos más. El tema de Carlos Fabra daría para escribir cientos de entradas como ésta, un delincuente que se vanagloria de serlo y se jacta de defender el franquismo nunca será un buen gestor del dinero público.
El último caso ha sido el de la alcaldesa de La Muela, pero esto no acabará. Lamentablemente, la política suele ser acomodo de un gran número de malas personas.
Lo más doloroso es que consiguen afear el buen trabajo de muchos otros.
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