La canción de todos los veranos

No voy a hablar únicamente de la maldita canción del verano, bastante tenemos con sufrirla (o sufrirlas) cada año, aunque puede ser que este año no haya una tan despreciable como en otros. Pero en cierta manera, sí lo haré.
El verano nos trae cosas peores, como el calor o el parón general de agosto, que impiden el normal desarrollo de la vida.
En el tema de la cultura, el bajón generalizado de calidad es tremendo, siendo el cine uno de los ámbitos que más lo sufren. No me resigno a pensar que, con el calor, todos nos hacemos algo más tontos, y preferimos ver películas de gente que se emborracha o de superhéroes cutres en lugar de interesantes obras de arte, aunque cierto es que eso pasa todo el año.
A todos nos ocurre que un día tenemos más ganas de arte que otro, pero de ahí a no tener ganas de pensar en dos meses hay un largo trecho.
En lo musical, el tema es de juzgado de guardia, canciones sin ritmo, sin letra y sin instrumentos llenan bares, verbenas y chiringuitos. Como decía antes, igual que el resto del año, pero algo peor.
En la televisión, reposiciones y películas llenaespacios sobre penas varias, un horror.
A ver si empieza pronto a hacer frío.

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