Cerdo ibérico


Me he decidido a hablar de uno de los grandes manjares de este mundo, el cerdo ibérico. Bien sea en forma de chacinas, de productos curados o de la propia carne fresca, constituye una parte fundamental de nuestra dieta y un placer para los paladares más exigentes.
En la actualidad, su consumo se ha extendido, coincidiendo con la maravillosa explosión de la cocina española. Esto provoca que muchos de los productos que se venden con este reclamo no son realmente de pura carne de cerdo ibérico. Yo siempre he pedido mayor control por parte de las instituciones, debemos preservar la raza para poder seguir disfrutando de sus productos.
Otro tema muy importante a la hora de comprar un producto de este animal es la alimentación que ha tenido a lo largo de su vida. Raza y alimentación inciden determinantemente en el sabor final.
En el caso de los productos elaborados, otra cuestión es la marca o el artesano que ha llevado a cabo los procesos. Teniendo en cuenta todas estas cosas, se puede conseguir un producto estupendo.
Y es que lo que queda es disfrutar, una caña de lomo, una presa a la brasa, un buen chorizo o el padre de todos los placeres que es el jamón, pueden hacer que olvides las penas por un momento.

Comentarios

  1. No es que olvides penas, es que se te pone una cara de felicidad inmensa!!!!!
    Un saludo.
    el pingüe

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