Xenófobos

Mientras la sociedad civilizada vivía en una armonía más o menos conseguida, un puñado de ediles de Vic quisieron romper las reglas del juego y quitar derechos a los inmigrantes sin papeles. El tema se podía haber quedado en una anécdota, pero desempolvó un debate que no debería existir en un país como el nuestro.

La R.A.E. define xenofobia como "odio, repugnancia u hostilidad hacia los extranjeros", así que intentaré ser fiel a nuestra lengua y no usaré esa palabra en vano. Dudo entre si esos ediles (alguno incluso pertenece a siglas de izquierdas) son xenófobos o unos simples caraduras de tres al cuarto cuya única intención era arañar cuatro asquerosos votos, o ambas cosas.

La derecha que nos ha tocado sufrir cuenta, en su curiosa historia reciente, con una serie de ataques furibundos e irracionales al colectivo inmigrante. Siempre he pensado que lo único que buscan es votos, así que usan la xenofobia en dosis justas para no ofender pero sí posicionarse del lado más cercano a los radicales. Este caso les ha venido bien, han vuelto a dejar claro que a ellos no les gusta que los inmigrantes tengan los mismos derechos que tú o yo. Con su habitual oportunismo y contradicción, pero con menos vergüenza que de costumbre, llegando a decir frases como la manida “No cabemos todos”.
Sus medios afines (esa gran mayoría) han programado debates o publicado artículos de diverso pelaje a fin de engañar a algún votante que crea que su posible trabajo es desempeñado por un inmigrante. Así son ellos.
Como bien dice Wyoming, a los mismos que les dan pena en Haití les quieren dejar sin Sanidad aquí. Son sus cosas.
Yo creo que se les puede llamar xenófobos.