Preparando una escapada


Me encuentro en este momento en uno de esos momentos que tanto me gustan, preparando un pequeño viaje, una escapada. Esta vez la compañía será la de unos buenos amigos, la de mi novia es la perfecta pero debe haber tiempo para todos.
El destino vuelve a ser Madrid, la ciudad que más sentimientos motiva en mí, la que más y mejor conozco y la que siempre me apetece visitar.
La cuestión es que preparar un viaje de estas características se puede hacer de muchas maneras, yo no sé dejar las cosas a la improvisación (no tengo claro si eso es virtud o defecto) e intento dejarlo todo organizado para que esos días sólo quede disfrutar.
La experiencia me dice que si no reservo los restaurantes, me quedo sin comer en los que yo quería y que si no le dedico tiempo a elegirlos, como peor. Y eso sí que lo llevo mal.
Evidentemente, la compañía es decisiva a la hora de preparar, hay que intentar que todo el mundo se sienta respetado en sus decisiones, pero hay que dejar tu impronta.
Eso sí, lo que tanto tiempo costó decidir y organizar, puede irse a la basura sobre la marcha por la causa que sea, así es la vida.

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