¿Periodismo?
Con motivo de su aniversario, el 11-M y todo lo que le rodea ha vuelto esta semana a las portadas de los principales diarios de este país. Y con ello, la vergüenza.
Otra vez, y van demasiadas, los medios de derechas, de rancias derechas, han vuelto a valerse de muertos y de desgracias para vender periódicos u horas de televisión. No hace falta señalar a nadie, todos sabemos quiénes se llevan aprovechando todo este tiempo de lo ocurrido para mantener sus negocios, y quiénes intentan arañar votos gracias a ellos.
Por suerte, las nuevas tecnologías dan voz a mucha gente que no se deja engañar y a otros que pretender arrojar luz sobre los que quieren arrojar sombra.
José Mª Izquierdo (cuyo blog forma desde ya parte de mis lecturas habituales) ha escrito una interesantísima reflexión a este respecto y Juan Carlos Escudier acusa sin medias tintas. Un par de ejemplos de cómo hay que tratar a estos supuestos periodistas que espero no puedan dormir por las noches.
A mi modo de ver, se ha de hacer una reflexión acerca del periodismo, ¿se debe convertir en una profesión tan servil? ¿La libertad de expresión sirve para mentir o insultar?
Y la pregunta más importante de todas, ¿cuánto vale el criterio de un mal periodista? Mucho menos que su ego, desde luego.
Otra vez, y van demasiadas, los medios de derechas, de rancias derechas, han vuelto a valerse de muertos y de desgracias para vender periódicos u horas de televisión. No hace falta señalar a nadie, todos sabemos quiénes se llevan aprovechando todo este tiempo de lo ocurrido para mantener sus negocios, y quiénes intentan arañar votos gracias a ellos.
Por suerte, las nuevas tecnologías dan voz a mucha gente que no se deja engañar y a otros que pretender arrojar luz sobre los que quieren arrojar sombra.
José Mª Izquierdo (cuyo blog forma desde ya parte de mis lecturas habituales) ha escrito una interesantísima reflexión a este respecto y Juan Carlos Escudier acusa sin medias tintas. Un par de ejemplos de cómo hay que tratar a estos supuestos periodistas que espero no puedan dormir por las noches.
A mi modo de ver, se ha de hacer una reflexión acerca del periodismo, ¿se debe convertir en una profesión tan servil? ¿La libertad de expresión sirve para mentir o insultar?
Y la pregunta más importante de todas, ¿cuánto vale el criterio de un mal periodista? Mucho menos que su ego, desde luego.
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