Encontrar muerte yendo a por paz


Ayer por la noche intenté sumarme a la condena internacional tras el asesinato de una decena, número exacto sin confirmar, de activistas a manos del ejército israelí, pero Blogger no debía funcionar correctamente, lo haré hoy.
Estas horas que han transcurrido no han servido para aplacar mis ánimos, y la lectura de algunos medios españoles hace totalmente necesaria una entrada de este blog. Uno no logra entender cuál puede ser el sucio motivo para defender el asesinato de civiles en la portada misma de un periódico. Vomitivo.
Pero vayamos con los hechos, la Flotilla de la Libertad, unas 750 personas con varias toneladas de ayuda humanitaria a bordo, fue atacada ayer por el ejército israelí con el triste resultado ya mencionado. A eso se unen heridos, encarcelados y repatriados.
Por desgracia, se nos hace demasiado habitual observar los desmanes de ese país para con los civiles palestinos. Quizá esa impunidad les haya ayudado a traspasar otra línea infranqueable en esta ocasión.
Siento vergüenza por el gobierno israelí, que hace mucho tiempo que no defiende a su país, lo que hace es ofender a Palestina, y por la comunidad internacional que permite estas atrocidades. Y, sobre todo, siento pena por los que han perdido la vida, por los heridos, por los encarcelados, por los repatriados y por los palestinos que se han quedado sin la ayuda humanitaria.
Al culpable de que no exista paz en esa zona del mundo se le vuelve a caer la máscara.

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