No me gustan los desfiles militares

Llamadme loco, pero a mí los desfiles militares no me gustan, es más, me dan miedo. Ese afán por enseñar al mundo tu potencial armamentístico y todo el dinero público que te gastas en Defensa me produce un intenso malestar.
Hoy es la Fiesta Nacional de España (o Día de la Hispanidad o como se le quiera llamar), aunque para muchos sea el de pitar a Zapatero, y también se hace uno de esos desfiles militares. Pena y pavor me dan los desfiles de Corea del Norte, pero que aquí también tengamos que tener uno me parece una barbaridad. Creo que es algo de otro tiempo, trasnochado.
Ya cantaba Brassens aquello de que el día de la Fiesta Nacional se quedaba en la cama, que la música que marca el paso le trae sin cuidado y que a las buenas gentes no les gusta que siga un camino distinto (en español llegó a decir que no seguía al abanderado), así sigue siendo todo esto.
Obviamente la sociedad sigue pidiendo estas cosas, no todo el mundo quiere progreso, ni ganar derechos a diario, ni reducir el gasto en armamento, ni aumentar el gasto social. A veces se nos olvida que este mundo es como es, que la sociedad no está preparada para romper radicalmente con la Iglesia o para evitar los desfiles militares.
Ésa es nuestra rémora, lucharemos para mover conciencias.

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