Drive
El danés Nicolas Winding Refn (¿qué tendrá ese país para albergar tanto talento cinematográfico?) nos entrega aquí una obra soberbia, una de esas cintas que pueden gustar a propios y extraños del cine de autor.
Y es que ésta es una película pop, con evidentes reminiscencias cinéfilas (si no nombro "Bullitt" me traiciono a mí mismo, pero también Tarantino, Lynch o Scorsese pasaron por aquí) y que basa su éxito en escenas potentes y en actuaciones brillantes.
El guión es convincente y su traslado a imágenes ochenteras, rotundo acierto.
Ryan Gosling es un escándalo, pero también muchos de sus compañeros de reparto. ¿Y la banda sonora? De las inolvidables, otro personaje más.
También es una peli de coches, de mafiosos o de parejas imposibles, pero sobre todo es una buena película, de las que sobreviven a su tiempo y cambian las carreras de técnicos e intérpretes.
Un buen motivo para creer que no todo está perdido.
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