Amor


De Haneke siempre espero mucho, quizá es el gran genio que nos queda... Su última cinta le ha dado los premios internacionales que otras no le proporcionaron, lo cual será siempre un enigma para mí. Me alegro de los reconocimientos, de que una parte del gran público conozca el talento del austriaco.
La película es la vida, el amor, la muerte... Quizá nunca el cine había llegado tan lejos, Haneke es muy hábil en terrenos inexplorados.
Lo mejor ya no es qué cuenta, es cómo lo hace. La luz, la fotografía, el uso de la cámara, los silencios, la música, esos planos secuencia largos tan suyos, esa profundidad sublime...
La vejez y la enfermedad se tratan con crudeza, con la misma con la que las trata la realidad, ahí está la grandeza.
Trintignant y Riva están espectaculares, no es sencillo encontrar unas actuaciones tan difíciles y tan bien resueltas. Ellos son el ocaso más que nadie lo haya sido.
La película es dura y fría, pero mucho menos negra que otras de Haneke. Algunas de las señas de identidad de su cine aparecen, otras no y las echo de menos. ¿Qué puedo decir? Yo soy de los que paladean ese otro cine, el de las miserias humanas, el de la degeneración, el de la violencia elidida. Todo está en "Amor", pero es más evidente.
La vida se oscurece con el tiempo, eso ya se había contado muchas veces, pero esta cinta lo hace mejor, con ternura y con realidad. Deja algo en ti, eso es seguro.
Una absoluta obra maestra.

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