House of cards

Comenzaré diciendo que no he visto la serie inglesa original. Pese a ello presumo que, visto el resultado, el remake era oportuno.
Ver a Kevin Spacey y a Robin Wright en estos papeles da sentido al propio tiempo invertido. La mano de Fincher se ve menos y eso es una de las penas que me deja la serie.
He acabado la segunda temporada y la he disfrutado. Las intrigas políticas y mediáticas interesan por sí solas, pero están los atractivos ya comentados.
Los secundarios también están a buen nivel, el casting ha sido espectacular.
Reconozco que al guión se le ven algunas costuras y que la maldad de la pareja protagonista es, a veces, demasiado artificial. Por otro lado, tanto guión como dirección alcanzan altas cotas en ciertos capítulos.
No es la mejor serie de la historia, ni siquiera la mejor del momento, pero es un producto muy apetecible.
Tengo ganas de más...

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