Trump y otros monstruos
Vivimos tiempos de zozobra. No es nuevo, pero es. Nada es ajeno a esa deriva, y menos las decisiones de la gente.
La gente, así, en general. Ese ente impredecible e inmaduro que formamos todos tiene el futuro del mundo en sus manos. Ahora bien, al no tener la información veraz, o no saberla interpretar, esa voluntad es claramente limitada.
Los medios han de contar la verdad, sí, pero alguien debe ayudar a filtrarla. Siempre surgirá quien viva de vender alarmas y mentiras. Y claro, la cultura de las personas debe ayudar a saber discernir. En eso hemos de afanarnos. En eso y en ser rotundos en cuanto a bien y mal, verdadero y falso.
Las victorias de Trump, de los partidarios del Brexit o del No en Colombia, y el auge de partidos de extrema derecha y de partidos populistas en Europa son ejemplos de ese desconcierto. La sociedad está contra lo establecido porque eso es lo que le ha fallado. Lo he escrito varias veces en este blog, si la política no da respuestas surgen monstruos. Ya están aquí.
Urge que la política real, la que soluciona problemas, recupere las riendas, urge darle sentido a todo de nuevo, urge un periodismo responsable. Urge porque si no llega es el fin.
El diálogo es otra vez el futuro, construir incluyendo a los disidentes es la única vía.
Mientras tanto intentemos no hundirnos.
La gente, así, en general. Ese ente impredecible e inmaduro que formamos todos tiene el futuro del mundo en sus manos. Ahora bien, al no tener la información veraz, o no saberla interpretar, esa voluntad es claramente limitada.
Los medios han de contar la verdad, sí, pero alguien debe ayudar a filtrarla. Siempre surgirá quien viva de vender alarmas y mentiras. Y claro, la cultura de las personas debe ayudar a saber discernir. En eso hemos de afanarnos. En eso y en ser rotundos en cuanto a bien y mal, verdadero y falso.
Las victorias de Trump, de los partidarios del Brexit o del No en Colombia, y el auge de partidos de extrema derecha y de partidos populistas en Europa son ejemplos de ese desconcierto. La sociedad está contra lo establecido porque eso es lo que le ha fallado. Lo he escrito varias veces en este blog, si la política no da respuestas surgen monstruos. Ya están aquí.
Urge que la política real, la que soluciona problemas, recupere las riendas, urge darle sentido a todo de nuevo, urge un periodismo responsable. Urge porque si no llega es el fin.
El diálogo es otra vez el futuro, construir incluyendo a los disidentes es la única vía.
Mientras tanto intentemos no hundirnos.
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