El viajante
Ya en "Nader y Simin, una separación" atisbé la genialidad de Farhadi. Bien, pues aquí sigue.
El iraní nos habla otra vez de la vida, como hace siempre el cine. Aquí se centra en la fragilidad de las relaciones de pareja tras una mala experiencia, en el peso del pasado, en la vergüenza, en la hipocresía de la sociedad, en la venganza...
Los actores vuelven a estar increíbles, otra cuestión habitual en Farhadi.
El paralelismo con la obra de Miller sirve de hilo conductor en un guión maravilloso.
Otra de las grandes películas del año, indudablemente.
Es posible que verla te cambie para siempre, o es posible que ya no tengas remedio.
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