Lo salvaje en cautividad

Cuando lo salvaje permanece en cautividad,
conservando su salvaje pureza,

no se reproduce,
se vuelve melancólico.
Muere.

Todos los hombres están cautivos.
Cautivos de una actividad cautiva.
Y aunque ignoren la razón,
los mejores no pueden reproducirse.

La gran jaula de nuestra domesticación
mata el sexo en el hombre; la simpleza del
deseo es distorsionada, desviada y retorcida.

Y así, con amarga perversidad
chillando contra la adversidad
los más jóvenes odian, copulan y lloran.

El sexo es un estado de gracia,
en una jaula no puede tener lugar.
Entonces hay que destruirla.
Para volver a probar.



D.H. Lawrence

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