Gambito de dama
Anya Taylor-Joy es maravillosa y va a ser eterna, a lo cual esta serie ayudará algo, pero no logra salvar esta producción. Y eso que ella hace lo que puede.
Hay estética y hay una dirección notable, pero no hay enjundia.
Técnicamente es magistral, y eso también habla de lo ambicioso del proyecto. Todas sus carencias vienen por la parte de una historia plana, forzada y tibia.
El ajedrez, las adicciones y el amor... Pero poco de todo.
Se olvida rápido.
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