Nunca, casi nunca, a veces, siempre
Una película indie, o pop o como se le quiera llamar, que afronta el tema del aborto y que está bien hecha y mejor interpretada. Eso y mucho más, vamos.
Sidney Flanigan, Talia Ryder y la cantante Sharon Van Etten están impresionantes, lo cual es fundamental.
Pero la historia es verdaderamente interesante, ahí está la clave.
Eliza Hittman entrega aquí su cinta más ambiciosa y la que ha de llevarle a la categoría comercial, si ella quiere.
Aborto, adolescencia, sistema sanitario, fundamentalismo y feminidad. Y cómo lo cuenta.
Y qué banda sonora...
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