Alcarràs


Vivimos rodeados de tanta mentira que ver verdad se hace hasta raro. Y aquí todo es verdad. Hasta los actores no son actores, sino personas del entorno.

Carla Simón vuelve a contarnos un mundo que conoce bien y hiela el alma de todos, especialmente de los que nos sentimos más cercanos a dicho mundo.

La película no es otra cosa que la crónica de una forma de vida que se muere, y la humanidad muere un poco con ella.

Tengo alguna duda en lo formal, pero ninguna en lo mollar del argumento.

Solo falta más peso de la inmigración en la trama, pero seguro que habrá otras ocasiones para ello.

Una de las cintas de este 2022.

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