Dieciséis años de blog
Asombrosos dieciséis.
Continúan los retos de presente y de futuro, pero he conseguido aguantar este blog en un año complicado. Y eso me alegra.
Me falta más el tiempo que las ganas. No es menor.
La ilusión está ahora en niveles muy altos. Eso siempre es una invitación a la decepción. Veremos (y veremos lo que se plasma por aquí de todo ello).
Cambiamos la cara del blog para darle una vuelta más.
Seguimos.
¡Alegría!
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