El eternauta
Martín Oesterheld, el autor del cómic original, fue secuestrado y asesinado por la dictadura argentina en 1977, al igual que gran parte de su familia. Por eso, esta historia también es memoria. Ricardo Darín mejora todo y aquí también ocurre . El resto del reparto también está a gran altura. Bruno Stagnaro dirige con solvencia. La serie habla de resistencia colectiva, de la importancia de lo común frente a lo individual. Se puede decir que actualiza la idea original desde el respeto. El final es lo que me gusta menos, pero queda la segunda temporada para seguir viendo esta historia de salvación. Siempre a favor de estas producciones.