El francotirador

Miniserie basada en su mayor parte en hechos reales sobre un asesinato que ocurrió en Londres en el año 2005 tras los atentados de una célula terrorista y los errores cometidos durante la investigación policial. Y lo mejor es eso, lo que cuenta y que lo haga sin tapujos. Lo artístico es bastante correcto, pero aquí lo que verdaderamente marca la diferencia es el tono y la intención política de la obra. Y eso es notable. Devastadora. Vedla.

 

Otra serie sobre sanitarios no parecía necesaria, pero sí lo era. Contada en tiempo real, narra una noche en el servicio de Urgencias de un gran hospital. Y lo hace con humanidad, con respeto y con un ritmo asombroso. Gran guión, mejor montaje y precisa dirección. Le falta lo que a casi todas de estas series: más foco en otras profesiones sanitarias y menos en los médicos. Pero entiendo que así es más comercial, claro. Inevitable no pensar en "Urgencias", pero aquí hay otra forma de narrar y un fondo más actual. Enorme serie.

 

Todo lo bueno de las dos anteriores entregas se ha esfumado en una narración vaga y absolutamente predecible. Ya no hay crítica ni hay mordacidad. Los ricos lloran, sí, pero cuéntamelo de otra manera. Aimee Lou Wood es la mejor noticia del reparto. Quizá el chicle ya no sabe a nada o quizá hay que recuperar las buenas ideas. Veremos. Nada.

Una de las series del año. Y además de esas cuya repercusión puede cambiar cosas que evidentemente deben cambiar. Philip Barantini eleva el guión de Stephen Graham y Jack Thorne para entregar un producto notable. Gran reparto. Quizá yo sea menos entusiasta que algunos críticos, pero advierto virtudes poco frecuentes en fondo y en forma. Todo es política y esta es otra ficción que alerta sobre los peligros de la extrema derecha, de la frustración, del odio, de la envidia... Esos monstruos nos comen. Es el momento de actuar.

El éxito siempre fue hijo de la audacia. Prosper Jolyot de Crébillon